Mayo, 2018
Colaboración exclusiva para MAIME Mujer
El abandono y la ausencia paterna.
10 pasos para sanar
por María del Mar Mediterráneo
En esta comunidad de mujeres y hombres profesionales que tejemos para acercarte información y herramientas para la adolescencia, nos hemos encontrado con una hermana que transita un camino de resiliencia ayudando a otras mujeres que, como ella, han padecido la ausencia física y simbólica de la figura paterna. Compartimos a continuación la colaboración de la coach, María del Mar Mediterráneo, especializada en abandono paterno.
¿QUÉ ES EL ABANDONO PATERNO?
El abandono paterno es un sentimiento, una emoción de sentirte dejada, rechazada, abandonada... por una de las figuras más importantes de tu vida: papá.
Si como yo, te sientes abandonada por tu padre, has podido llegar a percibir esto como un estado de tu persona, puedes llegar a identificarte como “la abandonada”, “la chica sin padre”, “la desafortunada que le tocó la china”, “la diferente”...
Veremos cómo tú no eres nada de eso, tú eres tus experiencias y mucho más, eres un ser
hermoso y valioso que está llamado a desarrollarse como persona y crecer.
El abandono es una pérdida de amor, un sentimiento de ser rechazada,
de ser y sentirse excluida de allí a donde perteneces.
El sentimiento de abandono paterno puede desencadenarse con un abandono real, en donde el padre abandona la familia para empezar una nueva vida y se desentiende por completo de su hija, o con un abandono simbólico, donde el padre puede estar físicamente presente en la vida de su hija, pero no emocionalmente. En este caso se produce una ausencia emocional, donde el padre no está emocional ni afectivamente disponible para su hija, causando los mismos estragos en la psique de esta que el abandono paterno real.
En cualquier caso, el abandono paterno se inicia en tu vida con una carencia de puro amor, la desaparición de ese vínculo real con tu padre y la abrumadora llegada del desamparo y la inseguridad. Puedes experimentar todas estas emociones a la vez, o una detrás de otra. Pueden darse seguidamente todas esas emociones a la vez o una detrás de otra. Pueden darse seguidamente al acontecimiento del abandono, o producirse un shock años después del evento, y durar desde algunos meses hasta años. Ha de saber que esto es normal.
YO TAMBIÉN ME SENTÍ ABANDONADA POR MI PADRE
Yo siempre había estado muy unida a mi padre, al menos así lo sentía yo. Él era mi única referencia y guía en la vida, la única persona con la que podía contar y que me proporcionaba seguridad y bienestar. Mi madre ha tenido siempre una enfermedad severa y su papel de madre ha estado siempre muy condicionado, eso sí, siempre desde su amor incondicional de madre.
Mi casa olía a infelicidad y frustraciones, así que un día, llegó EL día, el día de la noticia de divorcio. He de confesar que no fue ninguna sorpresa. Yo tenía catorce años y mi hermano dieciséis. Yo sabía de la gran infelicidad de mi padre, así que, en el fondo me alegraba por él y lo apoyé.
Él formó una nueva familia, se casó y tuvo una nueva hija (una hermanita, un viejo deseo hecho realidad). Al principio, mi padre trató, de alguna manera, de integrarme en su nueva familia, pero no funcionó. Su mujer me rechazó frontalmente y me hacía el completo vacío. Literalmente no me dirigía ninguna palabra aunque yo le hablara, ni me miraba nunca a los ojos.
De repente, la actitud de mi padre cambió hacia mí; no creía lo que yo le decía, no quería oír hablar de cómo yo me sentía, empezó a evitar mi presencia y mis comentarios, empezó a pensar que toda mi torpeza era malintencionada para fastidiarlos a ellos, dejó de mantenerme económicamente… Y poco a poco fuimos desconectándonos el uno del otro.
Todo esto sucedía mientras yo era incapaz de levantar la vista y mirar lo que a mi alrededor estaba pasando. Yo mantenía una actitud totalmente sumisa y complaciente con el fin de ser aceptada y amada por lo que consideraba mi única familia, mi único apoyo y fuente de seguridad en mi vida.
Catorce años después del divorcio de mis padres, y tras numerosos avisos y sacudidas de la vida, se me cayó la venda de los ojos y puede ver por primera vez, cómo mi mundo ardía en llamas por completo cuando vi mi realidad: hacía tiempo que mi padre me había abandonado
Me sentí rechazada, despreciada, no amada, no merecedora, no valiosa, no suficiente para nada ni para nadie, sola e indefensa ante la vida, inundada por el miedo…
Lo que nunca creí que podía suceder, había sucedido.
Tras un largo y profundo camino personal de sanación y superación, desarrollé las herramientas precisas para superar mi sangrante herida de abandono paterno. Herramientas e ideas que comparto en mi blog mariadelmarmediterraneo.com y que reúno en el libro que estoy escribiendo sobre “Cómo superar el abandono paterno. Así lo hice yo” (título susceptible a modificación), que compartiré después de verano de este 2018 con todas las chicas y mujeres que puedan beneficiarse de él.
¿CÓMO AFECTA EL ABANDONO PATERNO A UNA HIJA?
El padre es la primera referencia masculina en la vida de una hija, de manera que este tendrá una influencia decisiva en su vida. Es “el primer amor” de una niña, ya que es el primer hombre que la ama y que la hace sentirse apreciada y valorada.
La figura paterna tiene un papel fundamental para la vida de una hija:
- Seguridad
- Protección
- Estabilidad
- Amor del primer hombre de su vida
- Cómo verse y tratarse a sí misma
- Cómo tratar y ser tratada por sus futuras parejas
- Sentimiento de aceptación/rechazo
El padre es la primera referencia de nuestro propio auto-concepto, aprenderemos quiénes somos por lo que nuestro padre nos refleje de nosotras mismas, y cómo ser tratadas por cómo nos trate él (o cómo nos sintamos tratadas por él).
Y es por esto, por lo que el abandono de un padre, real o simbólico, tiene efectos devastadores para una hija. El padre es una figura determinante en el auto-concepto que una hija tenga de sí misma:
- Cuánto se sienta valorada una hija por su padre, así se valorará ella misma.
- Cuánto se sienta querida por su padre, así se querrá ella misma.
- Así como la hija se sienta aceptada/rechazada por su padre por ser tal cual es, así se aceptará/rechazará ella misma.
- Cómo trate un padre a su hija (dulcemente o por el contrario, severamente), así se tratará ella misma.
- Cuánto una hija reciba desinteresadamente de su padre, tanto así se sentirá ella de merecedora en la vida.
- Cuánto una hija sienta la confianza de su padre, tanto así confiará ella en sí misma.
- Cuan segura se sienta una hija con su padre, así de segura se sentirá ella en la vida en el futuro.
- Cuánto se sienta valorada una hija por su padre, así se valorará ella misma.
El padre (o la figura masculina de referencia) no es la única variable que influye en estos componentes del auto-concepto de una mujer, pero sí una de las fundamentales.
Como consecuencia, es frecuente que una chica o mujer afectada de abandono paterno o de ausencia emocional paterna se sienta no amada, no merecedora de lo bueno de la vida, no valiosa, insegura de sí misma y ante la vida, con baja autoestima, le cueste confiar en los demás (incluso en sí misma), se trate internamente con dureza y desamor, y no se sienta aceptada por los demás ni se acepte ella misma tal como es (piensa que si fuera de tal o cual manera, la querrían más o sería más aceptada). Es posible que tu padre te haya tratado como a él mismo lo trataron, te da lo que tiene dentro de sí mismo, porque es lo que él recibió de su padre, y no ha sabido, no ha caído en la cuenta o no ha considerado necesario mejorar él mismo para ser un mejor padre contigo.
¿HABRÁ SIDO POR MI CULPA?
NO.
Vamos a repetir esto por si acaso:
-¿Habrá sido por mi culpa?
-¡NO!
En ti no hay nada malo, no hay NADA que haya hecho que tu padre te haya abandonado. El único responsable de las acciones de tu padre es él, y él es el único que toma decisiones en su vida (aunque a veces esto no parezca tan evidente).
Tu padre actuó como actuó por decisión propia y él es el único responsable de sus actos, aunque estos te hayan perjudicado a ti.
Con este dolor que sientes que tu padre te ha infringido puedes hacer dos cosas:
1. Situarte en el papel de víctima y lamentarte por las desgracias que te ocurren en la vida
2. Mirar, aceptar y honrar tu herida de abandono, llorarla y darle luto, para despuéstomar acción para sanarla, haciéndote responsable de ti misma y de tu vida.
Tú eres un Ser perfecto y divino (sea lo que sea para ti la divinidad: Dios, la vida, la naturaleza, el Universo, el destino, la energía, etc.) y vas a vivir justo aquellas experiencias que necesites vivir, con el fin de que realices los aprendizajes de vida necesarios que te lleven a tu Yo más sabio y completo, a la mejor versión de ti misma.
¿Qué eliges? Tú tienes el poder de decidir.
10 PASOS PARA SANAR EL ABANDONO PATERNO
Tras mi experiencia personal de sanación del abandono paterno, he desarrollado mi Método en 10 pasos para superar el abandono paterno y dejar de sufrir por las heridas del padre.
Describo estos 10 pasos uno tras otro y consecutivamente en un proceso cíclico, pero en realidad, todos ellos se encuentran íntimamente interconectados, e incluso algunos de ellos solapados. El tiempo de duración de cada uno de ellos dependerá de cada mujer, y algunos de ellos podrán repetirse en varias partes del proceso.
He desarrollado este método basado en mi experiencia personal de abandono paterno para sanar la herida de abandono. Sin embargo, debido a que atiende a principios básicos del ser humano, mi método puede extrapolarse y aplicarse en la sanación de cualquier otra herida del alma.
A continuación, explico brevemente cada una de las fases:
1. Toma de conciencia: consiste en darte cuenta de los verdaderos motivos de la situación de sufrimiento que estás viviendo. Reconocer que estás sufriendo por tu abandono o ausencia paterna.
2. Contactar tus emociones y miedos: se trata de bloquear tiempo cada día para ti, para contactar con tu interior, con tus emociones, con tu voz interna. Detectar qué emociones se desencadenan dentro de ti, porqué, de dónde vienen y qué quieren decirte. Una técnica muy útil para esto es la meditación.
3. Validación: reconocer y aceptar esas emociones y miedos, validarlos, darles un espacio en tu vida, hacerles ver que ya nunca más caerán en saco roto, porqué tú los estás escuchando y atendiendo.
4. Digestión: dejar que tus emociones se expresen sin juicios, todas y cada una de ellas y sea cual fuere la manera, como escribiendo, llorando, gritando, golpeando la cama… Siempre en la privacidad de tu intimidad y sin dañar a nadie más.
5. Niña interior: contactar con tu niña interior, reconocerla, escucharla y atenderla.
6. Toma de responsabilidad: hacerte cargo de tu niña interior primero, de ti misma después, para terminar haciéndote cargo y responsable de tu propia vida.
7. Aceptación: aceptar que fuiste herida, aceptar que sufriste por ello, aceptar que ahora tú eres la responsable de ti misma y que tú te das todo lo que interiormente necesitas. Ya no le reclamas a nadie.
8. Auto-conocimiento: como consecuencia del camino que estás recorriendo, has entrado en contacto con tus mayores miedos y debilidades, transformándolas y convirtiéndolas en tus mayores fortalezas y magnetismos.
9. Perdón interno: perdonarte a ti misma por haberte dejado en el papel de víctima, cargarte de compasión y amor incondicional hacia ti misma para ello. Después, puedes proyectar esto con la persona que necesites perdonar en tu interior.
10. Auto-nutrición: escucha, atención, cuidado y proveerte de todo aquello que necesites para ti misma de por vida.
Si como yo pasé, te sientes afectada por la herida de abandono paterno, te invito a que visites mi web en mariadelmarmediterraneo.com donde comparto más información y recursos para mujeres como nosotras. Si algo de lo que he dicho resuena contigo, te invito a seguirme en las redes sociales:
Y si tienes alguna duda o consulta en relación al abandono y ausencia paterna, o simplemente quieres contarme tu historia, estoy disponible para ti en
soyyo@mariadelmarmediterraneo.com
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