Autora del libro “El vestido de Blancanieves se ha teñido de rojo”
La primera menstruación es algo maravilloso
La pedagoga menstrual colombiana, Carolina Ramírez Vásquez, nos cuenta cómo es realizar talleres con niñas, adolescentes y madres para hablar de menstruación y desmontar los tabúes que hay alrededor de este proceso natural, en la vida de toda mujer.
Carolina Ramirez Vásquez es feminista, psicóloga, especializada en cultura de paz, terapeuta menstrual de la Red Madre Tierra y posee amplia experiencia en el trabajo con mujeres. “Pero no todos mis trabajos han sido con enfoque de género”, admite con sinceridad. A partir de un trabajo con este tipo de enfoque, cambió completamente su perspectiva y desde entonces fue capaz de encajar y habitar este mundo en su cuerpo de mujer.
MAIME: ¿Cómo surgió la idea de escribir "El vestido de Blancanieves se ha teñido de rojo"?
Carolina Ramírez: Nosotras desde el colectivo Artemisa (un colectivo compuesto por cinco profesionales que realizan trabajos comunitarios con mujeres) traíamos El tesoro de Lilith a Colombia y siempre teníamos muchas dificultades con el trámite (el valor era muy alto y además siempre nos lo retenían en la aduana). Un libro muy bonito e inspirador, a mi modo de ver, muy adecuado para niñas grandecitas. Hacia fines de 2015, recuerdo estar hablando con una compañera y decirle ¿por qué no creas un material para llevarlo a las comunas de Medellin? Y ella me escuchaba pero era como si le entrara por un oído y le saliera por el otro. Hasta que me di cuenta que me estaba hablando a mí misma, entonces empecé a decirle a mi familia “Yo voy a escribir un cuento”,y así fue como nació “El vestido de blancanieves se ha teñido de rojo”; desde la necesidad de tener un material propio para nuestro territorio.
M: ¿Por qué la elección de una princesa de un cuento clásico?
CR: Las princesas clásicas ya tienen un anclaje muy fuerte en nuestra sociedad, por lo tanto nuestra propuesta ha sido la de darles una connotación diferente a la de “niña frágil” y recrear la menarquia que nunca nos contaron acerca de estas princesas. Esos cuentos clásicos ya están ahí en la colectividad, ya tienen un lugar, por eso se propuso cambiar la imagen de ellas aportando ciertos cambios como lo hicieron Brave, La princesa mononoke o Mulán
M: ¿En qué consisten los talleres que ofreces para mujeres y niñas?
CR: Este año empezamos a realizar talleres con madres o acompañantes y niñas. El propósito es celebrar la vida y prepararse, tanto niñas como mamás en el transito correspondiente para la edad de la niñas. Desde diferentes elementos pedagógicos creados para acompañar a que las mujeres y las niñas comprendan que la menarquía es un momento de transición en la vida y que es necesario darle una connotación de celebración ya que históricamente ha estado cargada de mensajes muy negativos. Aquí en Colombia, cuando a la niña le ha venido la primera menstruación se decía: “Ah! que la niña ya enfermó”. La intención de los talleres es decirles a las niñas que con la llegada de la primera menstruación les ha sucedido algo maravilloso.
MAIME: ¿Qué es un ritual de paso?
CR: Es una celebración que se hace en los momentos importantes de la vida de la mujer, a partir de los cuales ella ya no vuelve a ser igual. Los rituales de paso más importantes y conocidos son la primera menstruación, la maternidad y la menopausia. En esta celebración, a la mujer se le entregan unos elementos para que pueda transitar ese momento de su vida con mayor fuerza y confianza en sí misma entendiendo así que hay un antes y un después. Se trata de un momento de transición, en el que ella pueda asentar esa imagen de que la vida no vuelve a ser igual después de tener un hijo o después de la primera menstruación.
Princesas Menstruantes
Foto de portada del libro escrito por Carolina Ramírez Vázquez
Apasionada por el trabajo comunitario con las mujeres y las niñas, Carolina creó el proyecto literario y pedagógico "princesas menstruantes", es la autora del libro “El vestido rojo de blancanieves” y ha publicado recientemente su segundo libro Jardines Mágicos una propuesta que busca reivindicar el utero dejando de verlo como un aparato reproductor e invitando a verlo como un jardín mágico en el que yo misma soy la jardinera. Ver Princesas Menstruantes
La importancia del trabajo sobre la menstruación
Al comparar el trabajo que han hecho sin y con enfoque de género, las integrantes del colectivo Artemisa han visto que había un discurso muy light, vacío en su interior. De la menstruación casi ni se habla, ni siquiera en psicoterapia. Las integrantes de Artemisa están convencidas que para trabajar la relación con el cuerpo es indispensable trabajar la relación con el sangrado menstrual. "Si no conecto con mi propia voz, si no escucho lo que mi cuerpo me dice, si no entro en conexión con mi ciclo, con mi ritmo, no va a pasar el quererme a mí misma. No puedo quererme 23 días y en los que viene mi sangrado digo: ¡guácala!. Yo me quiero completa o no me quiero", explica Carolina. Ese ocultamiento de la menstruación y de todos esos mensajes negativos que nos han llegado a las mujeres, han sido una forma de enajenarnos del cuerpo, de impedirnos habitar el cuerpo en el que estamos. "Estoy convencida que un maravilloso acto de emancipación es habitar el cuerpo reconociendo y aceptando cada cosa que pasa en él".
Abordar estos temas desde la infancia a través de elementos fantásticos y poéticos como los cuentos, facilita el encuentro sanador con el cuerpo, con sus procesos biológicos y con los aspectos emocionales que conlleva, permitiendo la construcción de una autoestima sana y fuerte, que a su vez permita el cuidado de sí misma.
Nuevo libro: "Jardines Mágicos"
Jardínes Mágicos es un libro de úteros para colorear inspirado en flores colombianas. Una propuesta que busca llenar de imágenes y significados amorosos nuestro sagrado útero, dejando de verlo como un aparato reproductor e invitando a percibirlo como centro de poder creativo. Así como las plantas y las flores despliegan todo su color, floreciendo con fuerza, ensanchando su belleza y perfección, de igual forma nuestra ideas, propósitos y sueños pueden florecer en nuestro vientre de vida.
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M: ¿Qué elementos se le dan a la niña en le rito de paso de la primera menstruación?
CR: En primer lugar hay que tener cuidado porque no hay que decirle a la niña que ya es una mujer, eso puede causar mucha confusión en ella. Lo que se intenta es hacerle saber que está comenzando a transitar la ciclicidad femenina, y es una invitación a comenzar a escuchar y honrar su cuerpo, sin empezar a encubar miedos, sin coartar la relación con su cuerpo. Se le entregan elementos relacionados con lo que Clarissa Pínkola Estés llamaba “El sagrado arte de acicalarse”. Entonces las mujeres de la familia pueden dar a la niña elementos simbólicos como unas aretas (pendientes), una corona de flores, un aceite esencial, etc, regalos que la invitan a honrarse, al encuentro consigo misma, a escuchar su propia voz. Al tiempo que se respeta su ritmo, sin obligarla a dejar de ser niña, permitiendo la transición.
M: ¿Para qué edades son estos talleres?
CR: Planteamos dos grupos, las niñas quienes ya tuvieron su menarquia y las que aun no la han tenido (De los 8 años hasta los 12- 13). Antes de la menarquia hay dos momentos también a tener en cuenta para acompañar la adrenarca y la telarca.
La adrenarca es cuando a la niña le empiezan a salir los primeros bellos púbicos. Ésa es la primera señal. Luego de 6 meses aproximadamente, tiene lugar la telarca que es la aparición de los bultos mamarios. Entonces si la mamá ha visto que esto ha pasando con su niña es el momento adecuado para empezar a trabajar con ella acerca de la transición.
M: ¿Qué te parece que hace falta darle a las niñas?
CR: Creo que todo este trabajo que hacemos sería mucho más significativo si desde lo gubernamental se le diera un espacio. Fíjate que nos han convocado las mamás de 4º y 5º de una escuela Waldorf y no desde el colegio. Siento que desde los colegios todavía hace falta abrirse para tratar estos temas que no sean sólo a nivel fisiológico. Nuestro sueño es poder llevar la pedagogia menstrual a las instituciones y colegios de carácter publico y privado.