top of page

 

 

 

 

Laura Ferrer tiene 25 años y es una de las creadoras de "El pas de nena a dona: un gran viatge", un proyecto que organiza campamentos, talleres y charlas para acompañar a niñas y chicas en su camino hacia ser mujer. En una entrevista exclusiva para MAIME, nos sumergimos en el universo de las tiendas violetas, y hablamos con Laura  sobre la sexualidad en la adolescencia, los temores sobre la menstruación y los cambios en la relación madre-hija en esta etapa de la vida. 

 

 

 

MAIME: -¿Cómo nació El pas de nena a dona: Un gran viatge?

 

LAURA: Desde el momento en que participeé en la `Tienda Roja' de Sophia Style y Xènia Ros, ya estaba pensando en la idea de que sería muy bonito poderla hacer desde bien jóvenes, con niñas y adolescentes. Gracias a Sophia y Xènia, nos juntamos unas mujeres y hombres interesados en la propuesta. En ese momento conocí un proyecto parecido pero para chicos que se llama RITUS DE PAS que trabajan con chicos de 13 a 18 años y descubren cómo encontrarse a sí mismos como hombres y de qué manera vivir su masculinidad. De esta propuesta quedamos Myriam Ponsa (psicóloga y fisioterapeuta) y yo, y decidimos hacer el primer campamento que llamamos  “Tienda violeta” (ya que las niñas no habían menstruado aún), en su casa de Cal Ermita que tiene un terreno muy bonito con yurtas al lado del bosque, en Campins-Barcelona .

 

MAIME: Cuéntanos cómo fue la primera Tienda Violeta

 

LAURA: Al principio costó darnos a conocer, que se valorara el proyecto y que te den la confianza para dejarte a su niña. Pero luego todo fue muy bien. Nuestra idea era hacer dos grupos, de 9 a 12 que es una realidad y luego de 13 a 16, que es otra completamente distinta (cuando ya tienen el ciclo y ya saben de qué hablas). La primera tienda para niñas la hicimos el verano pasado. Eran 6 niñas de 9 a 12 años, por lo tanto la adaptamos a ese grupo y fue muy bonito porque ellas lo vivían todo como un cuento. “¡Dios mío, voy a ser chamana!” “¡Voy a ser doncella!” Y lo vivían con mucha ilusión y terminaron diciendo que ¡¡querían tener la regla!! ¡Ojalá yo hubiera dicho esto a mis doce! También se querían quedar más días (fueron sólo 3 días).

 

 

 

El proyecto

Desde hace 3 años, a Laura le ha dejado de doler la regla. Desde que la escucha y respeta cada una de sus fases, su cuerpo y lo que le apetece, la regla ha dejado de durarle tanto y ya no toma pastillas para el dolor.

 

 

 

Expresiones comunes:

Expresiones comunes:

Consejitos para las madres

por Laura Ferrer

"Yo  recomendaría no forzar nada. En la mayoría de casos, se hace como que la sexualidad y la menstruación no existen en la vida de la niña hasta los 12 años, luego le llega toda la información y esto resulta  un shock. Todo esto se le hace enorme y le cuesta digerirlo y hablarlo con naturalidad. Creo que madre y padre podrían hablar de esto desde el nacimiento, y en el día a día. Si surge una pregunta o comentario relacionado con esto, pues explicarlo y hablarlo con naturalidad, pero siempre al nivel que la niña pueda entender o percibir como normal también. No explicar demasiado y tampoco obligar a escuchar. A lo mejor una niña de 12 años no está tan preparada como otra niña de la misma edad y tampoco creo que sea adecuado: “a partir de ahora voy a tener una charla con mi hija”. Creo que hay que respetar su ritmo, pero también si se puede hacer que otra persona adulta hable con ella (una tía, una prima mayor) y le explique, la niña lo recibe mucho más tranquilamente. Por las sesiones y charlas que he dado, puedo decir que hablar de la menstruación con la madre es bueno, pero que hay ciertos temas como la sexualidad y los chicos, que es mejor que otra persona las acompañe.

Antes de hablar con tu hija:

Tiendas Violetas: empieza el viaje

Un poco más de Laura

Laura Ferrer es Educadora Social. Además de los campamentos de verano que realiza con El pas de nena  a dona: Un gran viatge, juntamente con Myriam Ponsa, Laura imparte varios talleres y charlas para niñas y adolescentes. El más conocido se llama “Conociendo mi gran viaje” en el que aborda las diferentes dimensiones del ciclo menstrual, la relación madre-hija y las alternativas ecológicas para recoger el flujo.

Además, junto a Belinda Baldwin (El despertar de la mujer) realizan un taller de madres e hijas para sanar su visión y convivencia del ciclo menstrual y luego reforzar el vínculo entre ellas.

Cada miércoles de luna creciente organiza junto a Sophie Style de Mujer Cíclica, una tienda roja para mujeres, madres y niñas en Camallera.

 

 

Cuéntale a tus amig@s:

Nos importa tu opinión:

“El paso de niña a mujer: un gran viaje”, quiere acompañar/preparar a las niñas en el camino hacia ser mujer. Este proyecto tiene dos momentos que son el paso de niña a chica entre 8 a 11 años y el de chica a mujer, para chicas de 12 a 16 años. Las diferentes actividades que ofrecen son: talleres, charlas, encuentros y Tiendas Violetas (campamentos de verano).

Para más información podéis escribir a: elpasdenenaadona@gmail.com

M: Entiendo que si las madres y los padres acordaron enviar a su hija a este campamento es porque tienen una relación abierta con sus hijas para hablar de estos temas, pero aún así, es un tema que cuesta abordar…

 

LF: Yo creo que es típico de la edad sentir vergüenza. Creo que es normal y que a todos nos ha pasado en esa etapa en que te está cambiando el cuerpo, que no entiendes lo que pasa, que a nadie más de tu casa le está pasando. Con el padre normalmente hay mucha vergüenza y con la madre depende del vínculo que tengan le cuentan más o menos.

Antes cuando se vivía en comunidad, y en los grupos familiares siempre era otra persona (no la madre), la que la introducía en este camino de conocer su feminidad, de iniciación y de cambio. También es bueno que sea otra persona porque es más sano para las dos.

La idea de la Tienda Violeta es que sea un espacio donde las niñas puedan preguntar todo lo que les inquieta o les preocupa y que a la madre no se atreven a preguntar y que con nosotras, como somos personas desconocidas pero cercanas a la vez, puedan animarse.

M: ¿qué tabúes o trabas te has podido encontrar en este tipo de talleres? ¿Alguna que te haya llamado la atención?

LF: Lo que me he encontrado ha sido mucho miedo, asco, tristeza y enojo, a eso que me tiene que venir pero nadie me habla claramente, no sé si me va a doler, cuanta sangre me saldra... Tienen mucho pánico las niñas de que les venga la primera regla sentadas en el pupitre del instituto y que al levantarse tengan un charco de sangre. No saben cuál es la realidad menstrual y sobre las cantidades de flujo y piensan que no sirve para nada, que apesta y que duele (tengo que decir que es normal tener esta visión, si los anuncios de la televisión y su entorno cercano lo vive asi). Es interesante pensar que cada vez que los chicos van a hacer pis se tocan su miembro, tienen un contacto de 3 a 4 veces al día con esa parte de su cuerpo. Las niñas, desde pequeñas, nos sentamos y con un papel nos secamos, sin nada de contacto con nuestros labios y clítoris, esto hace tengamos una desconexión con nuestro sexo muy importante.

M: Una pregunta que siempre nos gusta hacer porque da para mucha reflexión es: ¿Crees que hay una relación en cómo vive la mujer su primera menstruación  y la manera en que vive su primera relación sexual?

Yo creo que sí –incluso podría decir que hay más variables que influyen, como la infancia- pero más bien la relación está dada por cómo vivo los primeros años después de mi primera menstruación y cómo vivo los primeros años de mi sexualidad en la adolescencia. Si estos años estoy con miedo, vergüenza, dolor, estoy muy cerrada y no puedo usar tampax o copa menstrual, etc.; luego las primeras relaciones sexuales seran: “estoy más para el otro que para mi”, “yo me dejo hacer porque realmente no puedo o no se hacer nada”, es decir,  vives tu sexualidad sin realmente mucho placer. Si lo vives así, te costará más conectar contigo y conocerte. Incluso la relación que tienes con tu padre en este periodo te afecta mucho en las primeras relaciones sexuales que tienes. Si vives el rol masculino de una forma distante, fría, poderosa, luego inconscientemente buscas este patrón en una pareja. Y si encima has vivido la menstruación como pecado, una cosa mala, etc, las relaciones que mantengas serán fácilmente de dependencia emocional, de cero respeto para tu cuerpo y para tu placer. Y vives relaciones no sanas.

“Los primeros años de mi adolescencia me acuerdo que decía: 'Mamá, a mi me gusta ser mujer excepto la semana que me viene la regla'. En esa semana envidiaba a los chicos, pero luego ya me volvía a gustar ser mujer. Y también tenía muchos dolores, tomaba pastillas para el dolor y me enojaba mucho. Mi reflexión era: ¿Por qué tengo que seguir con el mismo ritmo de stress de exámenes y de estudio si estoy más baja y solo me apetece descansar? 

Esto los niños no lo tienen, no es justo. Tu cuerpo te está diciendo 'No a esto, descansa, relájate' pero tienes que demostrar que tú eres igual a los hombres y que tú puedes."  

Transcurría el verano de 2012 y a Laura no le venía la regla. Habían pasado ya tres meses y luego de superar las dudas de un posible embarazo, Laura comenzaba a sospechar que su vida diaria estaba afectando a su ciclo menstrual. Los nervios de aquellos tiempos hicieron que su cuerpo comenzara a dar señales de agotamiento y Laura sabía en su interior que su ciclo tenía algo para decirle, y ella estaba dispuesta a escucharlo. Así fue que conoció el curso de Sophie Style“Mi ciclo, mi útero” y junto a ella redescubrió la importancia del ciclo menstrual. Al poco tiempo estaba participando de los campamentos “Tiendas Rojas” que organiza Mujer Cíclica, en Sant Celoni (Catalunya).

"Me ha cambiado totalmente. Recuerdo que pasé de ver la menstruación como algo sucio, doloroso, a verla de manera positiva, y en el momento en el que lo descubrí dije: ‘¿Cómo nadie me ha contado esto antes?’" Las mujeres a su alrededor le mostraron lo afortunada que era porque a partir de ese momento iba a poder disfrutar de su regla y aún con toda la vida por delante. Pero Laura, pensando en su adolescencia respondió: ‘Sí, pero ojalá lo hubiera sabido antes. ¿Por qué no a los 12 cuando me vino, o en mis primeros años de adolescencia?”

 

Así empezaba a despertar en Laura Ferrer, creadora de “El pas de nena a dona: Un gran viatge” (El paso de niña a mujer: Un gran viaje), su deseo de extender esta sabiduría hacia las niñas y adolescentes que están por recibir –o han recibido ya-, su primera menstruación.

El inicio

M: ¿Cómo abordaron el tema de la menstruación?

 

LF: Como la realidad. Tratamos el tema totalmente de manera natural y a su nivel. No explicamos lo que creemos que ellas deben saber sino que estamos atentas a  su interés, por ejemplo en este grupo no salió nada de sexualidad compartida, ni de chicos, sólo el ciclo menstrual.

También explicamos los cambios biológicos, los que vemos en el cuerpo exteriormente y luego cómo funciona el ciclo menstrual sumando la parte emocional. Vimos cada fase y su arquetipo, (doncella, madre, chamana , sabia) y como de distinta te sientes cada semana, con necesidades diferentes. Les ayudamos a entender que esto no es malo, sino que podemos aprender a aprovechar y disfrutar cada etapa. Les hablamos de alternativas ecológicas y naturales para recoger el flujo como la copa menstrual, compresas de algodón y las esponjas,  llevamos muestras, las tocaban y preguntaban:  “¿Y esto como se pone, como funciona?” Estaban muy sorprendidas y curiosas de ver otras cosas que existen y que no salen en la televisión. También nos disfrazamos con los arquetipos y trabajamos un poquito así desde la diversión y la naturalidad.

"Antes, cuando se vivía en comunidad, en los grupos familiares siempre era otra persona (no la madre), la que la introducía -a la niña- en este camino de conocer su feminidad, de iniciación y de cambio. También es bueno que sea otra persona porque es más sano para las dos."

Laura Ferrer

M: ¿Qué ocurre con la relación madre-hija en la adolescencia?

 

LF: Es una edad que necesitas mucho a tu madre, tu cuerpo te está cambiando, tus emociones cada día son diferentes y tu período está empezando. Es cuando el vínculo tendría que estar más fuerte porque es cuando más necesitas sus consejos, mimos y cariño. Te estás pareciendo a ella  y teneis cada día más conexión y hermandad entre las dos. Pero en vez de eso, es la etapa en que os cuesta más la convivencia: no os entendeis, no te tiene paciencia, ya eres mayor y quieres estar sola… tienes unos cambios físicos y emocionales importantes y  la relación con tus compañeros y compañeras ya no es la misma que cuando eras pequeña, pero tu madre te sigue tratando como a una ¡niña pequeña!

 

Imagina pues, que vives todos estos cambios en soledad, solo contigo misma y sin contarlo a nadie de la familia, sólo a algunas amigas, ¡que dificil que es!!

Esta actitud entra dentro de lo “natural” en el desarrollo humano y es bueno porque es el momento de crear tu personalidad, tus opiniones y valores dentro de la sociedad. Seguramente sería mucho más llevadero si te sintieras unida a tu madre, pero hay esta necesidad del “NO TE NECESITO” que lo dificulta. Por eso, la idea del último día de los campamentos es la de recordar este vínculo de madre-hija y fortalecerlo, con la ayuda de un ritual. Ayudar a ver que las madres pueden acompañar a su hija, (que ya no es una niña) y que las chicas tienen a su madre que les quiere muchisimo y que están allí para lo que necesiten. Para ver así a sus madres como unas aliadas.

 

 

La relación con la madre

"Si vives el rol masculino de una forma distante, fría, poderosa, luego inconscientemente buscarás este patrón en una pareja.

Y si encima has vivido la menstruación como pecado, como una cosa mala, etc., las relaciones que mantengas serán fácilmente de dependencia emocional, de cero respeto para tu cuerpo y para tu placer. 

Y así vivirás relaciones no sanas para ti."

 

-Laura Ferrer-

El rol de lo masculino

Y tienen dudas sobre la sexualidad: de cómo va a ser cuando tenga que hacer el amor, si empiezo a salir con un chico y un día quiere tener relaciones no saben lo que tienen que hacer. Porque por lo que he visto, en los institutos una charla sobre sexualidad de 1 hora que le dan a los chicos y chicas en todo el curso es sólo sobre preservativos y pastillas anticonceptivas. Así se pierden por el camino hablar de temas como: respeto a mí misma, saber cuándo estoy preparada, el placer, conocerme primero yo para después compartir mi placer, etc.

"Siéntanse relajadas con sus madres, chicas. Sepan que les puedan preguntar todo lo que quieran, sin sentirse obligadas. Está super bien y es necesaria la conexión con tu grupo de amigas pero tienes que tener en cuenta que tienen tu misma edad, la misma visión y aunque te puedan aconsejar, su realidad es como la tuya y siempre va bien poder hablar con una persona un poquito mayor que tenga un poquito mas de experiencia y otro punto de vista".

Hablar con mamá

Consejitos para las chicas por Laura Ferrer

A mí me ha pasado, siempre estaba con relaciones que me hacían mucho daño y miraba a mi alrededor pensando: la gente que está enamorada está feliz, contenta, ¿por qué yo no? Y luego vi que el problema no eran los chicos, sino yo. Era yo quien siempre estaba encontrando chicos que me hacían daño y me hacían sufrir. Después de un tiempo, puse consciencia a esto y sané mi entendimiento de la masculinidad, luego al cabo de poco tiempo, empezaron a venir relaciones más placenteras y más sanas. Pero es importante entender que si no haces este parón y pones consciencia, es fácil seguir por el mismo camino, con el mismo patrón de hombre y la idea de masculinidad. También hace mucho mal la televisión y la pornografía porque los niños ven mucho de eso y luego se encuentran con una niña y piensan que la sexualidad es eso que vieron en la tele. Y esto es muy fálico, hay cero placer de mujer, cero conocimiento de órganos femeninos. Hay mucho trabajo por hacer aquí.

 

M: ¿Qué aconsejarías a las chicas que están en pareja y se les presenta el deseo y/o la oportunidad de tener relaciones sexuales?

 

LF: Les aconsejaría que se respetaran siempre a ellas mismas. Si realmente te quiere no te obligará hacer nada que no quieras. Esto seguro.

Últimamente se está poniendo de moda que los chicos, por el simple hecho de estar saliendo con una chica, piensan que están en el derecho de pedir tener sexo. Y hay algunas niñas que como les gusta el chico y no quieren que les deje, se “auto-obligan”  a hacer lo que él quiera, sin realmente quererlo. Po eso hay algunas que deciden respetarse y no hacer el amor tan rápido, pero para mantener la relación, aceptan tener sexo oral.

 

Con el sexo oral también se tiene que vigilar, hay incluso preservativos femeninos para lesbianas. Se tiene que ser consciente que hay muchos tipos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y siempre es bueno tomar precaución.  

Hoy en día la sexualidad es muy diferente de cómo la vivieron nuestros padres, y esto hace más difícil el entendimiento entre padre/madre e hijo/hija. Ahora empiezan a tener relaciones mucho antes que hace unos años y los padres también tienen que ser conscientes. Una sexualidad bien llevada y disfrutada no tiene nada malo.  No está escrito en ningún lugar la edad correcta para empezar. Siempre que la chica y el chico quieran, tengan ganas, vayan con precaución y se lo pasen bien, pienso que es super sanador y bonito vivirla. Empezar desde joven a disfrutar de tu cuerpo intacto (sin ninguna mutilación), de tus relaciones, tus decisiones y de tu libertad, (escogiendo dónde, cuándo, con quién y cómo), es una suerte que muy pocas chicas del mundo no pueden ni imaginar! Nosotras que podemos, les debemos a todas ellas disfrutar de nuestra sexualidad a nuestro placer.

 

El sexo en la adolescencia

Tiendas violetas: camino a ser Mujer

bottom of page