7 herramientas para conocerte a ti misma
¿Cómo ir al encuentro con una misma? ¿Qué velos debo quitarme para descubrir a la verdadera Yo?
En este espacio quiero que hablemos de lo que nos impide llegar a ser felices con lo que somos. Hay velos que nos ponen otros, velos que nos colocamos para escondernos o protegernos, velos que heredamos…capas y más capas que nos alejan de nuestra verdadera esencia.
Recientemente tuve la oportunidad de ver un documental llamado “Entre Maestros” (que recomiendo tanto a adolescentes como a educadores), en el que Carlos González, -el responsable de llevar adelante este experimento-, dice muchas grandes verdades pero una con la que me he quedado es la que más ha calado hondo en mi: "En la escuela no nos dan herramientas para conocernos a nosotros mismos".
Reflexionando sobre esta frase me he puesto a pensar sobre el camino que he tenido que realizar para correr los velos que me escondían. Por eso, quiero compartir contigo algunas propuestas que me han sido de utilidad para hacer un trabajo personal de autodescubrimiento.
7 herramientas para el autodescubrimiento:
1. No somos lo que otros dicen de nosotr@s. Grábate estas palabras en tu interior. Grábalas a fuego porque te encontrarás con muchas personas que creerán conocerte más que tú a ti misma. Cuando alguien intente definirte y a ti no te gusta lo que oyes, piensa en estas palabras. Las personas suelen proyectar en otros lo que ven en si mismos. Nadie mejor que tú sabe lo que piensas, lo que sientes, lo que has vivido. Cuando creemos lo que los demás dicen de nosotras, nos estamos atando a ellos y a sus palabras. Tal vez tu no sepas definirte ni puedas decir quién eres (eres joven, tienes mucho por descubrir aún), pero no permitas que otros se aprovechen de esa incertidumbre para limitar todo tu potencial.
2. Podemos cambiar. Crecemos, aprendemos, desechamos viejos esquemas mentales e incorporamos nuevos pensamientos. No somos estáticas, y está bien que así sea. Tenemos derecho a creer, a equivocarnos, a afirmar nuevas ideas como propias y desecharlas cuando nos damos cuenta que ya no nos representan. Nos juzgan porque esperan que seamos constantes, pero no dejes que te atrapen con esa idea. Eres demasiado joven para creer que debes pensar igual por el resto de tu vida. Ábrete al mundo, viaja, conoce, intercambia, infórmate…verás que la pluralidad de pensamiento es muy enriquecedora.
3. Lleva un diario íntimo.
Escribe tus vivencias, tus sentires, escribe lo que piensas y deja pasar el tiempo para releer tus palabras. Escribe y léete SIN JUZGARTE, pues lo que ahí vuelcas es una parte importante de tu mundo. Pide respeto por tu intimidad y si es difícil conseguirla en tu entorno, encuentra un lugar seguro donde guardar tu diario.
4. Medita. La meditación es una práctica que ayuda a aquietar la mente y los pensamientos recurrentes y te permite conectar con tu Ser más profundo. Escúchalo, siéntelo, ¿qué tiene para decirte? Apunta lo que percibes y deja que las emociones afloren. La meditación diaria es un camino seguro al encuentro con nosotras mismas.
5. Lee. Investiga. Busca literatura, películas, investigaciones, artículos que te ayuden a formar y definir el mundo de ideas con el que sientas más afinidad, y sino encuentras ninguno, puedes crearte uno propio. Despierta la curiosidad que hay en ti y sal al mundo a explorar.
6. No te etiquetes. No busques palabras que te definan de manera cerrada: “Soy inestable. Soy inmadura. Soy insegura.” La manera de conocernos implica observar aspectos que tenemos pero que no necesariamente tienen que definirnos por siempre. Si reconocemos aspectos que no nos gustan, podemos mirarlos y decidir aceptarlos y/o cambiarlos. No tienes por qué ser alguien que no eres para ser aceptada. Las etiquetas te limitan y hacen que inconscientemente te coloques y actúes bajo esos rótulos. Haz listas de cosas que te gustan y cosas que no te gustan. Te sentirás más a gusto descubriendo todo lo que eres capaz de valorar.
7. Ten paciencia con el proceso. Estás empezando, y cuando te decides a empezar este camino, te tropezarás con muchas sorpresas, pero te aseguro que vale la pena intentarlo. Nada te dará más paz y seguridad que la tranquilidad de saber quién eres.
Siempre es más fácil cuando contamos con el apoyo de amig@s y/o familia que estén en el mismo camino, pero sino es así, tú puedes emprender tu propio camino hacia el autodescubrimiento.
Te animo a compartir tu experiencia y contarnos qué agregarías a esta lista.
Con cariño,
Sonia Andrea Zoricic
Creadora de MAIME